Soy como el hombre que no reconoció haber muerto y quedando agarrado a su último momento no cruzó al otro lado.
Estoy repartida entre casas, hoteles, teatros, calles, bares, autobuses, paisajes urbanos y de naturaleza, cines y aeropuertos del país en el que habito y de otros muchos.
En Chiapas, la sabiduría popular, dice que cuando un niño o un adulto enferma, hay que llevarle al lugar dónde estuvo antes de comenzar su enfermedad, buscar un cruce de caminos cercano y "recuperar el alma que allí se dejó" para que se ponga bien.
Estoy repartida entre casas, hoteles, teatros, calles, bares, autobuses, paisajes urbanos y de naturaleza, cines y aeropuertos del país en el que habito y de otros muchos.
En Chiapas, la sabiduría popular, dice que cuando un niño o un adulto enferma, hay que llevarle al lugar dónde estuvo antes de comenzar su enfermedad, buscar un cruce de caminos cercano y "recuperar el alma que allí se dejó" para que se ponga bien.
La distancia aseguran que siempre es más corta cuando se regresa, no sé cuánto me llevará recuperarme completa.
Pero, he de volver, debo hacerlo, volver a cada uno de esos cruces de caminos para cancelar el pasado, bendecirlo, despedirme, despegarme del suelo, recuperar mi alma y ... continuar hacia la mar.
Me espera una dura tarea.
Pero, he de volver, debo hacerlo, volver a cada uno de esos cruces de caminos para cancelar el pasado, bendecirlo, despedirme, despegarme del suelo, recuperar mi alma y ... continuar hacia la mar.
Me espera una dura tarea.